Control de las malas hierbas

Control de las malas hierbas

Una de las teorías más extendidas de la técnica de cultivo natural sostiene que la lucha sin cuartel contra las malas hierbas es irracional, ya que pone en grave peligro el equilibrio biológico garantizado por una vida animal y vegetal muy variada. 

Pero es indudable que es necesario alejar del vergel, y sobre todo del huerto, las malas hierbas que restan espacio vital y nutrientes a nuestros cultivos. 

Aunque a menudo sufren también los ataques de enemigos comunes a las especies cultivadas, y actúan como huéspedes intermedios obligatorios para insectos que llevan a cabo en ellas uno o varios ciclos vitales, estas especies dan asilo a predadores y a parásitos de los parásitos y, por consiguiente, según las tendencias actuales que sitúan en primer lugar la lucha biológica, deben respetarse en los espacios externos del huerto y del vergel, a lo largo de los cercados, en los taludes, etc. 

Las malas hierbas se pueden tener bajo control mediante una serie de operaciones y con la aplicación de algunas prácticas agrónomas

Para el control de las malas hierbas en los cultivos, son las siguientes: 

- Se impide la maduración de las semillas, fácilmente transportadas por los pájaros, los insectos, el agua, el viento, etc.

- Se ponen al descubierto, con la labranza, semillas y órganos subterráneos que, al estar expuestos al aire y al sol, no tardan en morir; también se puede favorecer su germinación (mientras se espera el momento de sembrar el terreno), regando a menudo y arrancando las plantas a medida que van brotando, hasta que se extinguen

- La colocación de lonas de plástico negro, que no está muy bien aceptada en el ámbito del cultivo natural, se puede utilizar temporalmente, después de los trabajos preliminares, con el objetivo de impedir el rebrote de las herbáceas; las minúsculas plantas que pueden germinar, mueren y fermentan debajo de la cobertura, con lo que devuelven materia orgánica a la tierra

- El abono en verde, la rotación y la compatibilidad impiden el desarrollo de las malas hierbas gracias a la cobertura de la superficie

- El acolchado con materiales orgánicos (hierba, hojas, paja, serrín, etc.) en una tierra sin cultivar o cultivada es la técnica más racional, y además desempeña otras numerosas funciones de gran utilidad

- La quema de rastrojos y terrones o el tratamiento con lanza térmica o con vapor hirviendo no están admitidos en el cultivo natural, puesto que destruyen la microflora del estrato activo y alteran, especialmente el calor seco, las características físicas y químicas de la tierra y el pH.

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