La cría de lombrices

Cria de lombriz

La presencia de lombrices en la tierra es un indicio de fertilidad, y su ausencia indica que se necesitan mejoras. 

Las lombrices se asientan allí donde encuentran sustancias orgánicas y contribuyen, junto con el agua, el aire y la microflora, en la formación del estrato activo del suelo. 

Estos animales, para alimentarse y abrirse camino, engullen tierra, que digieren y expulsan luego en forma de deyecciones. 

Todo esto significa que por su aparato digestivo pasan tierra, detritos vegetales y animales, bacterias, etc., que se digieren y transforman en una masa ligera y semifluida, rica en elementos asimilables. 

Excavan una red de galerías (lombrigueras) que forman un sistema de drenaje y de ventilación en el estrato con más cantidad de raíces. 

Crianza de lombriz

Se calcula que en un terreno cultivado, medianamente fértil, las lombrices producen anualmente entre 1 y 2 kg de deyecciones por metro cuadrado

Una medida complementaria para enriquecer la tierra con materia orgánica y para mejorar las estructuras compactas es aumentar la población de lombrices, añadiéndolas al compost en fase de maduración o bien directamente al suelo:

- En un lugar protegido de la acción solar se excava un hoyo, cuyo fondo se llena de piedras para el drenaje

- Se disponen estratos alternados de turba, estiércol, restos de cocina y residuos del gallinero, sin olvidar la pulverización de los materiales con cal apagada para neutralizar el exceso de acidez; 

- También se pueden utilizar cajas de fruta superpuestas, colocando en el fondo de cada una un estrato de paja o de hojas

- Se forma una capa con turba (empapada con agua caliente) y estiércol, se pulveriza con cal apagada y se cubre con una tela de saco, a través de la cual se riega de vez en cuando, para mantener húmedo el material

- La humedad también debe ser controlada en el hoyo, porque las lombrices, en caso de que haya mucha sequedad, abandonan los estratos superficiales y se refugian en los más profundos

- Cuando la temperatura es demasiado elevada (por encima de los 37 °C), las lombrices cesan toda actividad y permanecen en letargo

- La temperatura óptima para la reproducción y el crecimiento de las lombrices es aproximadamente de 20 °C

- Cada metro cuadrado de vivero puede albergar hasta 1.000 individuos, siempre que haya suficiente disponibilidad de alimento

- Se comienza introduciendo en los hoyos o en las cajas de fruta un puñado de lombrices, recogidas en el estercolero o en algún suelo húmico

- Cada lombriz genera unos 150 individuos al año, y se reproduce por medio de huevos, agrupados en una cantidad de 5 o 6 en una cápsula o capullo

- Las crías, que son como hilillos blancos de pocos milímetros de longitud, eclosionan unos 21 días después de la puesta y alcanzan la madurez sexual tres meses después de haber nacido

- Una vez al mes es necesario separar los adultos, destinando una parte al huerto y otra a la reproducción

- Conviene evitar la excesiva densidad, que induce a las crías a abandonar el criadero

- En el suelo, las lombrices se reparten en un número de 50-100 por metro cuadrado

- Se les tiene que proporcionar materia orgánica abundante. 

La cantidad excesiva de lombrices crea una estructura que acelera la destrucción del humus, desestabiliza las siembras y dificulta el arraigamiento de las plantas jóvenes que han sido trasplantadas. 

Por lo tanto, es más racional utilizar toda la masa humedecida por las lombrices para favorecer la acción del compost en la superficie.

Otros artículos que seguramente te interesen: 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario